La obstrucción lagrimal aparece hasta en el 70% de los recien nacidos y si es prematuro, puede ser todavía más frecuente. Los síntomas más comunes son legañas abundantes, lagrimeo, secreciones, la caída de la lágrima por la parte exterior del ojo, entre otros.Por lo que es conveniente tener especial atención alen el cuidado e higiene ocular de su bebé para evitar mayores complicaciones.En este video de la escuela de salud de la Comunidad de Madrid encontrará recomendaciones e información de los cuidados que necesita su bebé y las señales de alarma por si fuera necesario acudir a su pediatra o al especialista en oftalmología.
Recomendado para: Madres y padres
Palabras claves: legaña, llanto, lágrima, lágrimas, oftalmología