La atención sanitaria conlleva beneficios evidentes para los pacientes pero también conlleva riesgos de que ocurran efectos no deseados, y aunque estos son hechos excepcionales, debemos intentar evitarlos. En este sentido, la actividad sanitaria, por sus especiales características, se puede considerar como una actividad de riesgo, ya que existen una gran cantidad de causas, como por ejemplo la complejidad de los propios enfermos o la de la tecnología que usamos para tratarlos, que pueden favorecer la producción de consecuencias adversas, disminuyendo su seguridad. Los pacientes pueden contribuir a que la atención sanitaria que reciben sean segura. Por ello, en este curso de la escuela de salud de la Comunidad de Madrid le explicamos qué es la seguridad de la atención sanitaria, cómo puede resolver sus dudas en las consultas y cómo puede implicarse y participar para evitar riesgos y daños. Hablaremos de la higiene de manos.
Recomendado para: Todos los públicos
Palabras claves: prevención, seguridad sanitaria, daños, riesgos