El cuidado de otro supone un compromiso de la persona que cuida, tanto desde el ámbito físico como psico-afectivo. Si este cuidado es muy intenso o se mantiene en el tiempo, puede conllevar al desgaste y agotamiento de la persona cuidadora, que puede terminar en la claudicación o, incluso, en la aparición de nuevas enfermedades o mal control de las que padeciera previamente. En esta aula del Campus para personas cuidan de la escuela de salud de la Comunidad de Madrid hablaremos de la importancia del autocuidado de la persona cuidadora, de cuáles son los signos de alarma para prevenir la claudicación y de cómo la persona cuidadora debe de protegerse para conseguir ofrecer el mejor cuidado posible, manteniendo su equilibrio personal, físico y mental.
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Recomendado para: Alumnos del Campus de personas cuidadoras y cualquier persona cuidadora
Palabras claves: cuidados, cuidador, campus, experiencias, compartir, iguales, claudicación, respiro, autocuidado, ayuda